Lo que el cambio climático enseña a los niños sobre el dinero
A muchos niños les encanta encontrar formas de ayudar al medio ambiente. He aquí cómo el medio ambiente puede enseñarles sobre educación financiera. A continuación, se presentan algunos temas relacionados con el cambio climático para conversar y reflexionar con los niños:
Los impuestos pueden ayudar al medio ambiente
Los países cobran impuestos para recaudar dinero para cosas como las escuelas y la policía, pero los impuestos también son una buena manera de cambiar el comportamiento de la gente. En la actualidad se gravan mucho el licor, cigarrillos, la gasolina y las bebidas azucaradas, porque son perjudiciales para la salud. Ahora, muchos gobiernos están pensando en gravar el uso de plásticos, vuelos en avión e incluso la carne roja, porque son perjudiciales para el medio ambiente.
Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Es justo que la gente pague más por los vuelos y las hamburguesas, si son perjudiciales para el medio ambiente? ¿Hay alguna razón para no subir esos impuestos?
Las empresas no siempre pagan todos sus costos
Cuando las empresas fabrican cosas para venderlas, pagan las materias primas que utilizan para fabricar sus productos y los salarios de sus trabajadores, pero hay otros costos que no cubren, como los derivados del dióxido de carbono que producen, la contaminación que emiten y los demás daños que pueden causar al medio ambiente. Los economistas los llaman costos externos, ya que los pagan otros, como la gente que tiene que mudarse porque sube el nivel del mar. Afortunadamente, muchos gobiernos están trabajando juntos para encontrar formas de hacer que las empresas paguen, con nuevas tasas por cosas como las emisiones de carbono.
Pregunta a los niños y reflexionen:
Los costos externos están en todas partes, desde la contaminación causada por las compañías petroleras hasta el plástico sobrante de los envoltorios de los chocolates. ¿Se te ocurren otros costos externos? ¿Cómo crees que se podría cobrar a las empresas por estos costos?
Con el cambio climático, algunos costos vienen de lejos
No todos los países empezaron a contaminar el planeta al mismo tiempo, ni al mismo ritmo. Lugares como Gran Bretaña tenían grandes fábricas y muchos trenes de vapor, que quemaban mucho carbón, mucho antes que otros países. Estas fábricas hicieron rica a Gran Bretaña, y algunos dicen que eso significa que países como Gran Bretaña deberían pagar un poco más para frenar el cambio climático.
Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Es justo pedir a algunos países que paguen más para detener el cambio climático? ¿Es fácil ponerse de acuerdo? ¿A qué problemas podrían enfrentarse los políticos a la hora de convencer a sus votantes de que hagan grandes pagos?
Gastar ahora podría ahorrar dinero a largo plazo
Arreglar el clima es costoso, pero no arreglarlo podría costar aún más, ya que la Tierra se vuelve más difícil de habitar. Del mismo modo, invertir en combustibles antiguos, como el carbón y el petróleo, podría ser una mala idea, porque, aunque son más baratos de usar y generan más dinero, en el futuro podrían carecer de valor, a medida que el mundo avanza hacia energías más limpias.
Pregunta a los niños y reflexionen:
¿Se te ocurre alguna otra ocasión en la que gastar dinero antes de tiempo suponga un ahorro a largo plazo? ¿Arreglar bicicletas? ¿Dar mantenimiento a aparatos eléctricos de tu hogar?
Todos podemos usar nuestro dinero para marcar la diferencia
Tú puedes aportar tu granito de arena, optando por ir a pie o en bicicleta a los sitios que más te interesen, comiendo menos carne y pensando en cómo gastas tu dinero. Si compras algo, puedes asegurarte de que el envoltorio sea reciclable; si ayudas a tu familia a elegir unas vacaciones, quizá puedas ir a algún sitio al que no tengas que volar.
Pregunta a los niños y reflexionen:
Utilizar nuestras decisiones de gasto para hacer cambios es lo que a veces se llama poder del consumidor. ¿Se te ocurren otras formas de utilizar el poder del consumidor para ayudar al medio ambiente? ¿Por ejemplo, reciclando o comprando artículos de segunda mano? ¿O informándonos sobre organizaciones benéficas ecologistas e incluso haciendo donaciones periódicas?