Los acontecimientos importantes de la vida, como casarse, comprar una casa, empezar un nuevo trabajo y tener hijos, son momentos en los que puede tener sentido ampliar la cobertura de tu seguro de vida.
Muchas personas no comprenden realmente la importancia del seguro de vida hasta el momento en que tienen a su hijo en brazos por primera vez. La vida cambia en ese momento.
Tener el primer hijo es una razón relativamente conocida para contratar un seguro de vida. Pero hay muchos otros momentos en la vida en los que la necesidad de un seguro de vida cambia. Incluso si ya dispones de una póliza, hay momentos en los que podría querer añadir o cambiar la cobertura para asegurarse de que tu seguro de vida se mantiene al día a medida que tu vida evoluciona.
- El matrimonio
Casarse significa comprometerse a compartir la vida con alguien, pero también significa asumir un compromiso económico para ayudar a cuidarle y mantenerle. Si murieras, ¿qué compromisos económicos tendría que asumir tu pareja? Un seguro de vida puede ayudar a tu cónyuge a mantener su nivel de vida si a ti te pasara algo.
- Comprar una vivienda
Comprar una casa es un gran paso para muchas personas porque significa ser responsable de una hipoteca. Un seguro de vida puede ayudar a tus seres queridos a cubrir el costo de la hipoteca si la familia perdiera sus ingresos.
- Tener una familia
Muchas personas contratan un seguro de vida o añaden cobertura adicional cuando tienen hijos por primera vez o si la familia crece. Esto se debe a que la pérdida de ingresos de uno de los progenitores puede ser devastadora para la familia. El seguro de vida puede ayudar a la familia a seguir adelante económicamente, cubriendo los gastos cotidianos, la universidad e incluso la jubilación del progenitor superviviente algún día.
- Ayudar a los padres mayores
Muchas personas ayudan económicamente a sus padres, pero son aún más las que les ayudan en las tareas domésticas. Si te ocurriera algo, tus padres podrían sufrir.
Contratar un seguro de vida donde tus padres sean los beneficiarios, con la intención de cuidar económicamente de tus padres, te daría la tranquilidad de saber que estarán bien atendidos incluso si algo te ocurriera a ti.
- Pedir préstamos estudiantiles
Si eres garante o codeudor de un préstamo estudiantil, estarás en el anzuelo si algo le ocurriera a esa persona.
Dado que el fallecimiento del prestatario es considerado un impago por los prestamistas, podrías ser responsable de devolver el saldo total de los préstamos. Si contratas una póliza de seguro de vida para el prestatario, te protegerás en caso de que le ocurra algo a la persona que sacó el préstamo.
Aunque estos acontecimientos son momentos en los que la gente suele ampliar su cobertura, también hay ocasiones en las que puede tener sentido reducir o evolucionar su cobertura. A medida que se envejece, es posible que haya liquidado tu hipoteca. Tal vez los hijos se hayan mudado y ahora puedan mantenerse solos. Si tienes una póliza de larga duración, es posible que ya no necesites una indemnización por fallecimiento tan elevada.
Y aunque puede llegar un momento en que parezca que ya no necesitas cobertura, si tienes un seguro de vida permanente, es probable que su póliza pueda desempeñar un papel importante durante el resto de tu vida.
Revisa tu situación financiera periódicamente para realizar cambios a tu plan financiero según el ritmo de tu vida.